miércoles, 30 de junio de 2010

Única

Única salió la mañana con su calor
y el sol se encamo en la única encina
que en su sombra únicamente podía cobijar
lo único que merecía la pena en su vivir:

"El calor de los pasos perdidos
por los rastros siderales del sentir
que recorrían la memoria al leer
en los libros amarillentos de su morral
y en el polvo de sus sandalias
desgastadas de tanto buscar lo que allí,
bajo la encina, estaba esperando:

El llorar del corazón de los Ángeles del Cielo"

10/07/2009

Haces de plata / Rasgea la noche

Haces de plata,
verdes de encina,
azulinos del mar,
penumbras de oro.

Cantan los búhos,
lloran los grillos,
hermosos los cervatillos,
aúllan los sentires.

Abrazo que sella
lo que los versos
cantan con besos.

Y lorquiana la luna
que embruja la magia
con sus negras perlas....

ooOooo

Y rasguea la noche
el jipio de la guitarra
con el duende del alma
de la luna de mi gitana.

Y ensordece el silencio
el cante desgarrado
de la sangre derramada
de las entrañas que la aman.

Y vibra la tierra
al cantar canela
que versa serrano.

Delicia del silencio
en el ocaso precioso,
al amanecer de la luna...

Junio 2010

Los dividendo se nos zurcen...

Suman días
los tiempos,
restan nocivos
los pensares,
se multiplican
los sentires,
dividen
los cielos
los arrullos de tu voz,
los meceres de tus brazos,
y los dividendos
se nos zurcen
en el silente del silencio,
que suma los momentos,
que acopia los sentimientos
en los capazos tejidos de los vientos...

Allá en el cantizal del berrocal
se sientan las miradas en el paraíso
que esparce el hermoso horizonte...
Y suena la melodía en el mediodía...
Y eleva la sinfonía en las retinas...

Junio 2010

Encordar...

Rememorar
salen raudos,
olvidos presentes,
recuerdos futuros.

Encordar
rocas tercas,
reman barcas,
oscila el tiempo.

Cadente
el orbitar diestro,
el rotar siniestro,
en la luces oscuras.

Rememorar...
Pasados presentes,
presentes futuros.
Candentes auguros
encordar... nos...

Junio 2010

lunes, 28 de junio de 2010

Con...

Con
Sencillo
versar
Natural
expresar
Delicado
Llegar.

A lo furtivo de tu ser
A la esencia de tu vida.

Con la sencillez de mi ser
Con el natural de mi decir.

A tu alma quiero alcanzar
y, allí, en ella, quedar…

26/06/2010

La mirada perdida

Solitaria la mirada perdida en las nubes,
del gris acerado de las cruces de la mar
y por los serenos del cielo asoman los sueños,
acariciando con su brisa al atardecer.

Abandonada figura acicala la orilla
con lánguida melancolía de su mirada,
con el hastío del inconformar en los labios;
gesto fruncido vuela raso por los lejanos

extensos e ilusos ir del palpito solar,
que va rebosado por los bordes que le envuelven
y se hace la sombra que deviene del pensar,

y lentos sus pasos desaparecen el mar,
llevándose en las manos, dentro de los bolsillos,
las estelas de decepción, sentir que le arropa.


27/06/2010

Sayal del cutis...

Sayal del cutis, cubre con afecto,
sutil tejer, seguido avejentar,
va entrelazando con el aventar,

contra correr e intentar
de los sentidos dormidos,
la locura de los nidos,
en copas del contentar
los cuerpos con el tentar,
con desnudez a la vista,
pensar en que retornar,
del delirio en el que ornar
con música del etéreo,

las cicatrices que nos recolecto
con el tenaz subsistir el afecto
intermedio del sino del penar
acopió previsor del almenar.

Granito sin empernar
álgido el arrimo idílico
en que refugiarnos áulico
la lealtad de alternar,
eludiendo el cercenar
de las tormentas celosas
entre espinas de rosas,
que nos ciñen en el lecho.

Seguro pétalo nos acoraza
con fragancia del jardín nos abraza
y con sutileza el sentir embriaga.

27/06/2010

Ver ido...

Yacen afectuosos los astros a tus pies,
aspirando los dulces gemidos de miel,
recabando caricias seda de tu piel.
Arrope tierno que recorres sin traspiés

en el soñar en que obvias suave y firme la hiel
con la sabia de la verdad de tu mirar.
Revives en la ternura del suspirar
los bordes del firme celeste como el fiel,

reposado mentor, de la eterna balanza
que se equilibra con el peso de las páginas
del libro, no escrito, del sino de la vida

en el pergamino turgente en que se alcanza
firmamento perpetuo de nubes sanguinas,
en el que el sentir irredento nos anida.

25/06/2010

Señora del cantizal (Misia fermosa)

Señora del cantizal…

Son tan bellos esos tus ojos negros,
mas los miro y no llegan en belleza,
a tu fermoso decir, que me reza.

Tupida es la luz que trenza,
allá quieto entre los astros,
el luminar de los rastros,
que recorren tu cabeza
expresando la franqueza
palabras que dicen rectas,
sin permitir las infectas
dicencias nunca dilectas.
Clama el corazón ufano.


Con venir ondante traes alegros,
hechizando quedo, vientos monegros,
con armonías de almas encantadas
que vagan por las cumbres escarpadas.


Campeas las empinadas,
soslayas los dioses griegos,
recortando los reniegos
en las tablas amañadas
de las simas decantadas,
en esa esencia que lanza
cada día la esperanza
a los ojos que te miran
y que extraños te suspiran
en el bordar que les brindas.

Donde remozan las nubes del cielo,
que acarician las almas con desvelo,
trayendo los gemidos de lo eterno.

24/06/2010

martes, 22 de junio de 2010

Ver ido...

Y en los cielos encrespados
nacen los rayos de sol
con que se alumbran tus ojos
y en los firmes encajados
se nos vuelven las nostalgias
que acordonan a los vientos
con decires del sentir.
Brota plata de la luna,
luceros en tu sonrisa,
se te estremecen los hombros,
mis labios buscan tu cuello
y el cenit brilla tu ver
ido en gozos de los cuerpos.

22/06/2010

lunes, 21 de junio de 2010

Apacible candidez

La caricia de tus manos en mi rostro
deslié el jadeo fétido del reniego
que, salobres y obscenas aguas del riego,
trajeron de la fuente agria del arrostro.

Y respiro aroma fresco del espliego,
fragancia que destila tu piel morena,
que me ahuyenta con lisonja serena
de la humedad de los reniegos que albergo.

Vuelan firmes las gavias por la galerna
rozando sus alas las crestas de espuma
del cínico bramido de la sandez.

Abres la boca negra de la caverna,
aireas las emociones y se arruma
mi tristeza en tu apacible candidez.

21/06/2010

domingo, 20 de junio de 2010

El día amanece gris...

El día amanece gris luminoso,
el sol me llama escondido en tus pechos
al calor de tus abrazos estrechos
y el beso nos enseña el día hermoso.

Abrazo las sabanas lujurioso,
al despertar rozándome en tus senos,
buscando el néctar de los sempiternos
secretos del saciarme en amoroso

balanceo cúspide del sellarnos
los sentimientos uniendo los sexos
en locura del llegar al gozar;

al placer de los tiempos del perdernos
en sin sentido buscar con las almas
el placer de declamarnos la piel...

sábado, 12 de junio de 2010

Misia

Delicada
Y natural
la elegancia
que engalanas,

y al decir
me cantas,
y al versar
me subyugas

con centellas,
bruno arrobo,
de tu mirar

Lisonja,
de amor,
en mi alma.

12/06/2010

miércoles, 9 de junio de 2010

Van pasando...

Van pasando las nubes y los soles
de las mañanas se van agrisando.
Van pasando los tiempos y los verdes
de la primavera se van dorando.

Van pasando repasos por los ojos
y los sentires se van encrespando.
Van pasando las nostalgias cantando
y las entrañas gotean abrojos.

Van pasando pensares del pasado
por la cinta indeleble del olvido
y encaracolan los poros del ser.

Van pasando delicadas las brisas
de sonrisas y galernas de sordos
abrazos siguen andando la mente.

domingo, 6 de junio de 2010

Sexo

Entrega de las esencias, sello del amor,
excelso el Don que se nos obsequio.
Sublime entrega de almas gemelas.


Vida en la propia vida, el mismo vivir,
deleite sideral de andar indeleble
estelas de frenesí encandilado.


Cabezas mal pensantes al vicio lo suman.
Soeces degenerados impotentes de la razón,
aviesos prepotentes, lo tornan mancilla.


Envés y revés de la moneda del existir
En la posesión, degradación del amor.
En la libertad, celestial manjar.


No existe nada más hermoso, que el ayuntar
de la carne, refrendo del amor sincero,
de dos entrañas, de dos almas que se aman.

jueves, 3 de junio de 2010

Dos "poetas"

¡Poeta ¡


Quiero que las provincias de mi cuerpo
se rindan dóciles a la inquietud de tus versos
que las letras te trasladen para alzarte hasta mi cielo
y derribar las puertas con la punta de mis dedos.



Asoman en los lagos salados de negro brillar
las aguas vivas de los transparentes espejos
que enmarcan la silueta del reinal tenso
vestido de la esencia que reverbera el sol.


¡Poeta ¡


Quiero que me mires a los ojos
y que grites: “yo también te quiero”
que me sueltes las manos
para viajar por tu cuerpo
y adorarte en blanco y negro .



En la mirada extasiada en tus ojos:
la que te grita en el silente de la noche,
la que te toma en el luminar del sol,
la que viaja al unísono de tu aliento
por los tonos sepias que nos trasmutan.


¡Poeta ¡


Deja que mi arco iris
te sorprenda en mil besos
que amanezcamos juntos,
que despertemos eternos
contemplando al universo
con suspiros apretados
al mojarnos en los deshielos.



En el arco iris perpetuo
con los roces de tus labios
con el sentir de tu piel.
Al café del amanecer
en el silencio escandaloso
de los gritos de las entrañas
del calor de la almas…


¡Poeta ¡


Yo quiero dibujar un sueño tuyo
al lado de un sueño mío
y hacer de los costados de tu cuerpo
un remanso en los balcones de mi pecho.



Pintaremos el firmamento cual fresco;
con los rubores y magentas delirantes
las figuras sin sentido de la locura
del mecerme entre tus pechos
del fundir irredento de los cuerpos…




María Lourdes y Miguel Ángel

miércoles, 2 de junio de 2010

Esperanza de amor

Cada mañana vienes a mí, con el sol apretado
entre los vientos alisios que rasgan el horizonte
y desde aquí te miran mis ojos de polizonte,
inquieta mano de espuma y arrullo esperanzado.

Esperanza cierta que nace de la voz impetuosa,
con ilusión de saberte llegar galana a mi sueño,
certidumbre que emerge de ser tu dueño;
mecida a mis bordes cuan imán de sed afanosa.

Línea de luz, umbral de marea desatada,
llegas con el sol y me haces caracola,
arena y Atlántida, en la cumbre de la ola;
lengua sempiterna a tu boca anidada.

Caldeada en la hoguera de la entraña,
enraizado sentir en la faz escondida,
que libre encadena el alma aguerrida
cual franca flor de esencia travesaña.

Haciéndote beso salino, soy tu orilla y playa,
mientras se hace lento el tiempo y te roza,
colmada de luz en ti mí amor se posa,
aliento aledaño dormitando en su atalaya.

Verdades que recorren irredenta alianza,
amor que palpita al reclamo de su brío
en la calma de brújula, en soberbio estío;
pleno de esencia y álgido amor de esperanza.




Lourdes / Miguel Ángel.
Febrero 2010

Pliegues y brotes

Pliegues y brotes


Y todo cabe en los muros
Y todo cabe en las zanjas
Y todo cabe en las grietas
De mi corazón.

Alirio Uguarte



Cuento...
Uno, dos, tres... rosas
jazmines
y magnolias.

Para cubrir el camino
de pétalos desnudos
-sin espinas-
y sigo cuatro, cinco, seis...
sosiego, no más…

Es el delinear de los sentires cibelinos,
bordes sin saudades de líquenes y helechos,
flores que ornan los sublimes jardines,
primavera que rémora la vida,
en mantos de pieles que se tornan
en corazas y violines.

-allá afuera-
Impertérrito, al buscar horizontes,
mirar y en cada golpe
de viento, dejar un siglo de espera,
¿Por qué raída ha de ser?
si un gajo de luna,
al quásar nos encumbra
la piel.

Y subsisto,
en clorofilas de savias,
en calidez de elixir
filtrado por gotas,
mi centro -respira-
(en tu centro)
pistilo de colores
muriendo en las horas.

Los adelfós se nos asoman;
sabias gnosis derraman,
las entrañas se sonríen.
Las almas… en loca tesitura
se encumbran y renacen.
Pliegues y lazos
de hojarascas,
de aires que ondean,
de brisas que nos llevan
hasta el alma de las piedras.

Nos reconocemos,
galana de enana inocencia,
que acaricia el silencio
preñada de vivo polen
-siglos de verdad-
a la espera turgente,
acomodo del soplar de viento,
que anegue y fecunde,
esta hermosa razón
con arrullo de verdes
pastos y lluvias.
Forjada ilusión,
repican campanadas,
y ecos del puerto.

Donde florece la sangre
que se desborda,
en el delirio…
en canciones de bajos y redoblantes.
siete ,ocho, nueve...
Áureas las razones
y los sentires…

Génesis de pliegues y capullos que brotan.
Desde que existe una historia que los riega.


Lourdes y Miguel Ángel
Febrero 2010.

Dónde están

Y cuando me hacen falta no están
porqué será que siempre me pasa
estar, en todo momento, estoy mas solo
me compongo las entrañas, para que más

caricias falsas que corran mi lomo
con las caricias soterradas de mis sueños,
ya yo me apaño las heridas del alma
y las del entrañas las quemo en las brasas

del infierno, que acompaña mi desasosiego,
que candente siempre está aún en otro
caminar que no es el mío es el de los demás

cuando a mi llegan todo son prebendas,
pero siempre me dejan entre las menguas,
quién me dice dónde encontraré la tranquilidad.

Llora dicha el cielo

Cantares de las alma, por tus labios,
acarician suaves el firmamento;
se cierra la noche y aparece el sol
al somero amanecer de lluvia

llora lágrimas de dicha el cielo
trayendo los colores de luz sideral
que en los olivos reflejan el brillo
de tus ojos que al relatar el sentir

acaricias cada palabra con el roce
de la seda del salir de tus entrañas
que relanza los sonidos de la tierra,

al cosmos, al final del fin del universo
finito de lo infinito del decir sideral
que delicado emociona a los sentidos.

Amanecer en la roca.

Por entre los matojos y los muy espinosos tojos,
acariciados por el amarillo de las retamas,
el verde de los juncales ribetea por la senda
del murmurar calmo de las aguas al amanecer,

la humedad de neblina sube cual humo de brasero,
despereza los ojos el relente del ventanuco;
el olor a café tapa el hondo respirar del mosto
que vivo realza con sus aromas las viejas cepas

y aparece la esperanza que orna toda la natura
silvestre que rodea los hilos altos de las parras,
delicadas ubres de las que se ordeña el sacro zumo,
que colma las secas tinajas con divinos efluvios

del albar riveriño reposado entre el azulado
que honra con las botellas en el Olimpo de la mesa,
al calor del hogar de la lumbre de olorosas brasas
arropadas de churrascos. Revivir en alcoholes

y hallar el alba mirando la luna desde la roca
donde sale la resaca de sentires que precede
al descansar entre las sabanas el crudo dolor
de la fiesta en el Paraíso de los brazos de Baco.

Versos con "y"

Y los versos empiezo por y,
y es curioso que sea así,
y por qué comenzare por y,

y el misterio está así.
Y empieza yeso por y,
y por y termina ¡Ay!

Y dando yeso por ahí,
yo me caí y dije ¡AY!
Y ya se rieron grueso allí

y se les fue el queso por ahí
y mi risa acompaño su ¡AYYY...!
y ellos entendieron que así

ya nada podrán conseguir y así...
ya se termina el tema de la y
Y con la y me voy a ir hoy por ahí.

Paseando con mis sueños...

Un día paseaba, yo paseaba un día,
iba dentro de mis sueños, con mis sueños iba,
por las blancas cumbres, por las cumbres blancas iba,
era el cielo azul, azul era el cielo ese día.

Paseando con mis sueños por el cielo blanco
se me topo un tropo que, trenzando por los vientos,
con el divino nacáreo enmarca en sus ojos,
en resplandor del universo, en mi alma quedo inscrito.

En mis sueños dormidos, vivía yo despierto,
y cuando era despierto a mis sueños la harmonía
de sutiles sucesos en ellos me dormía,
pinceladas coccíneas de pasado muerto
robando el sosiego con lo incierto allá en el puerto.
Aguarda paciente la dicha siempre entredicha,
la esperanza me lloraba sintiendo ser chicha.
Nimbos de algodón acariciaron todo intenso,
despertar de resortes que, mi sentir condenso
y lejano relegó, regresan con ardor.
Decimos tanto sin nada decir...

Hermoso silencio
que cantas inmenso
los sentires perpetuos
de los anhelos secretos...

Salvaje y libre...
Sólo eso, la libertad...,
en sus lomos encontraras...
y ella te enseñara lo que es amar...

Silencio, hermoso silencio...

Unicornio

La delicadeza de tu porte te distingue
con la gentileza de la arrogante eleganza,
en ti tan salvaje como indomable prestanza,
de las utopías, de los sueños que no extingue.
Alzando con tu simbolismo sobre la pringue
cantos de libertad, con puro determinar,
de la virginidad que no te dejas minar.
Altivo y arrogante, con tu barba de sátiro,
te tapas de esbirros en el decir del papiro,
del mito fecundo, señor del soñar astral.