domingo, 17 de julio de 2011

¿Comprenderán...?

Los ritmos de la naturaleza
marcan el sentido de la vida
y es la rima de la poesía,
variada o monocorde,
hasta rutinaria en ocasiones
refleja las emociones
con los ritmos de los sentidos.

Melodía armoniosa
el soplar de los vientos,
el rumor de las cascadas,
hasta el tronar de las tormentas
las entrañas nos acaricia
forjando sutiles metáforas
libres manantiales del espíritu.

Estrofas diversas que surgen sin presas,
arte mayor de gran esplendor,
pie quebrado de profundo calado.
Alejandrinos cantan unos ojos,
sonetos sienten unos besos,
liras salen alegres de una sonrisa
y mis versos campan libres como el viento.

Tan libres como al mundo me trajeron,
así que, cómo voy a esclavizar mis decires
al capricho de la “perfección” de los demás;
antes quemo, en purificadora hoguera,
las palabrejas que encajan mis sentidos
que seguir los dictados de los “maestros”
que manipulan a su antojo los sentidos.

La métrica y la rima de mi poesía
me la entrega libre la natura,
está en la enciclopedia del Universo
donde están los más altos conocimientos,
aquellos que solo ven los corazones abiertos
cuando miran con los ojos cerrados y no ven,
cuando escuchan con los oídos asonados y no oyen.


17/07/2011

Que no sea manso...

En Linares los pitones no miraron al sur...

En la habitación del hotel
a oscuras ni se piensa,
suena la puerta
la suerte ya esta echada
-quisiera correr y
el miedo no me deja-
Las luces van cubriendo
las cicatrices del cuerpo,
tiran de los machos,
ya no queda más
que un trozo de trapo
que los pitones miren al sur
y no me rompan el norte.

A las cinco de la tarde
-el reloj marca las siete-
despeja el alguacil,
suenan clarines,
paseillo de la muerte
con las galas de la vida.

¡Agarrate los machos,
y que no sea manso el miura!

17/07/2011