Calles de Toledo
Subimos por cuestas de adoquines,
nos adentramos en callejones sin salida,
en las piedras embobamos la mirada
y el seso, mientras, rumia como pudó ser
que en la oscuridad de estas moradas
tanta hermosura se iluminara.
Opacidades
ojos ciegos que miran
fértiles plumas.
08/05/2011