sábado, 14 de septiembre de 2013

Siempre supe



Siempre supe que escribir
no es nada bueno para el espíritu,
aviva la imaginación y
abre sin esperanza la pandora de las emociones
abatiendo el cuerpo hasta llevarlo al eterno invierno
entre fríos escalofríos entumecidos.

Escribir hace sufrir más que vivir
letras del pasado se vuelven amarillas cuartillas
palabras del futuro sabiendo de su incierto amuro.
Por una sonrisa que levanten mares de lágrimas debaten
bajo las calzadas agrietadas
que no sé cuando volveré a caminar con la flor de tu miel.

Mas aquí sigo llorando
mientras desliza el lapicero por el papel
palabras de dentro de mi ser
carantoñas de tu corazón grabadas por el amor
en mi pecho palpitante
que no deja de pensar en tus rizos un instante.

14/09/2013