Me recuerdo caminando
calles,
con las manos en los
bolsillos,
mirando de pasada
escaparates
por poner la mirada en
algo que no dijera nada.
No me preguntes que exponían,
la única nitidez que
vuelve son los reflejos en las lunas
de lejanas tierras que no
conocía
ni conoceré:
los reflejos quedaron huérfanos
y vacios, los bolsillos,
de razones para ir.
16/03/2015