sábado, 3 de octubre de 2015

Cansancio



Cansancio que se hace crónico.
Hastío de tener que estar,
cuando no se quiere estar,
que va carcomiendo voluntariamente la  memoria
 que ya no sirve de compañera de la soledad.
Y sólo los libros guardan tu silencio
mientras te hablan de aquello tan lejano
que sigues soñando alcanzar,
no porque sea el paraíso
sino porque te alejara de lo cercano.

No encuentras  descanso
cuando duermes porque hay que dormir.
Los fantasmas no te acompañan ni te calman,
los dolores indelebles aparecen fáciles
con la sutileza, haciendo hogueras en las entrañas,
destemplando la templanza del alma.
Atado a tus cadenas te condenas
a la compañía de los objetos sin espíritu,
vives en las  deshoras que los otros se recogen
para no escuchar las sombras de tus olvidos.

Miguel Ángel S. L. (Ángel Saguar)
03/10/2015