lunes, 16 de junio de 2014

Pronto llegaron



Pronto llegaron las espigas
al dorado
pálido y abandonado;
no las mece el viento,
no se doblan acostándose unas encima de otras;
las vides están verdes,
triste verde donde crecen perezosas;
calores impropias
nubes secas que se alejan;
agua poca
y mucha la sed de boca en boca;
los olivos
como si no fuera con ellos
arrugados y vivos con su verde oscurecido;
mucho el polvo del camino
la cuesta se hace larga hasta coronarla
y bajar a la vaguada;
encarrizadas las lindes de la vieja encina
solitaria con su sombra anhelada
cobijando del sol las arañas
tejiendo telas entre las marañas;
cuentan las leyendas…
hablan los terrones sus secos estertores.

13/06/2014