miércoles, 8 de enero de 2014

Desbocadas



Cuando llega una palabra pidiendo paso a la anterior
no puedes detener  la mano y
menos el cerebro que la mueve apretado  por los segundos
de pensamiento repentino
que impide pensar y alienta la grata sensación  del dejarse ir
por los caminos sin espinos
por las agotadoras cumbres de las cabras
por los mares tormentosos….

Me gustaría escribir reposado
sentado en un escritorio de tiempos pasados
pero siendo de estos presentes atormentados
escribo donde y cuando la mano se estira a la orden sin orden
de las neuronas agitadas por las quimeras
enfrentando el alma
tan pronto con el amor cual con el acido amargor
que saltan la chispa… incendiando la calma de la razón.

Mandan las palabras
salen desbocadas 
de los enseres del sentimiento.

30/12/2013