martes, 28 de abril de 2015

Trenzando



Y ahora qué.
Dónde están las quimeras
por las que llegamos a estas horas:
                        Y nos miramos,
                         lejanos y callados
                         nos miramos
                         y seguimos callados.
No es por decir,
pero el tiempo se hace corto

                         y los pinos dejan caer las piñas
                         y yo sueños con tus niñas
                         y la mar bravía rompe en la Isla.

Y entonces la voz rota
desgarrando el aire con su tono umbrío
en duende suspendido
injerta en las nubes el sentido.
Corona de espinas
y la enea de una silla
 en la orilla
de la muerte que se hace vida
y el silencio vibra
sostenido
suspirando por el son
clavando el retumbo
en el corazón herido...

Y la mística sin labrar,
filosofía
de tierra y porfía,
surco a surco
sembró de espigas
los campos
y
los silos
lleno de grano.


Miguel Ángel S. L. (Ángel Saguar) 
28/04/2015