Desafió contra mi mismo,
sin asas y sin letargo,
sin piedad y crudo estrago,
en las nubes del abismo:
¿Seré capaz de ver largo,
separando el espejismo
del que sea realismo
delicado y sin recargo?
Fendiente golpea el sismo
rasgando en partes el sargo,
descubriendo el cataclismo
de encontrar el aire amargo
y todo era tan rasismo
como elegir sin embargo:
El pintar a las estrellas
con el pincel de los dedos
o esbozar la vía Láctea
con el lápiz en las manos.
28/03/2011