Embotado
-entran y salen los pensamientos-
Subroga, lo que debiera derogar,
aplastando la lucidez.
¿Quién encontró el camino sencillo entre los altos pinos?
El Arcipreste subió a pie detrás de su mulo.
Corre el agua fría por los caños,
inmortal y limpia, como el día que nació allí arriba
Nadie sabe decirme si bebió.
El musgo verde cubrió sus pisadas
Las peñas siguen bizarras,
inamovibles albarranas, sobre las navas.
Perdidos los pasos
el aquelarre quedo desierto de fastos.
Nefastos fueron aquellos tiempos de témpanos
colgando amenazantes en los aleros.
Si es que queda
entre huecos de las piedras espera
la llegada de la nueva luz
que le saque de la oscuridad.
¿Quién encontró la senda que sube siguiendo la estela?
Conjunción de las neuronas
descifrando las sombras de la hoguera
que se elevan embotando más las palabras que engendran.
Era tu mundo y murió:
Soportales de ramas sobre las cantarinas aguas,
avenidas de hierba virgen de primavera,
Lechos de helechos con la noche por techo…
Maltrecho se hace la vuelta a lo derecho:
Confundes los nombres de aquellas plantas,
buscas, entre las ronchas, barro para tapar las brechas,
condensa tu pensamiento lo que palpita tu pecho.
Donde nació el primer verso
construyeron el más quimérico de los universos
despojaron a los muertos de su epicentro y
descolocaron el rumbo de los astros tus ancestros.
Embotado preguntó: ¿qué es esto?
No te encuentro
Los zapatos se quedaron en el camino y
el frío de los pies me devuelve a tus memorias.
Ángel Saguar
29/09/2014
