Nace en el manantial de agua fresca
a la sombra de una peña blanca
el torrente que en río se embarca,
mi corazón con su amor refresca
dejando navegar a la barca
de la pasión del amar sin fresa,
que prense el entorno y haga muesca,
en la exaltación que nos abarca,
mece mis venas y desatranca
con las largas caricias que esparce,
rociando sin pudor su fragancia,
por las riberas del lecho que ancla
el gozo del amor que reparte
tu ser rutilante de elegancia.
05/08/2012