Se abrieron los cielos,
azotadas y frías caen sus aguas
contra la ventana
y saladas caen mis lágrimas
a la patina sepia de tu fotografía
añorando la sonrisa de tus labios
en mí pecho cincelada
por tus besos
vacilantes entre la ternura y
certeros de pasión.
Y en el gris apresado
por la niebla
murmuro cada uno de tus versos
y me derroto
en brazos de la dejadez que busca la muerte
cantando cada olvido
relatando cada recuerdo
de la memoria recóndita del alma
que sólo quiere amarte
donde todo es entero y sin partes.
09/02/2014