Palabrejas alumbrando
las orejas
rima de postín digna
de un pasquín:
Se recogían las ovejas,
zumbaban los abanicos
y las alas de las abejas,
entre las regadas macetas,
al tiento tejían
calceta
sin perder de ojo las flores
de la reja
invitada sin vela al regateo
de la dote y la miel
del escote.
¡Qué no sonrías si te
mira,
el otro día le
hablaste en la pila
y te dio agua
bendecida!
¿Cómo quieres que te
diga
que tú no mandas en mi
vida?
¡Que tú eres mía
que a mi padre fuiste
ofrecida
por el quiñón de las
arribas!
¡No te hagas tantas
miras
me veras con habito de
por vida!
Cuchichean las
comadres:
Moños de enamorados
mañana se dirán
ensalmos.
Muy decidida parece la
niña.
Ni hábitos ni caprichos
en cuanto se ponga
fecha
al altar sin rechistar.
¡Qué le oiga la Santa
Trinidad!
La autoridad del padre
respetara
no tiene nada más que
rascar.
Misiva sin remite ni
firma,
letras con acaricias
que abrazan:
¡Rápida he de jugar
mis bazas!
El convento seria menos
tormento
que casarme con tal
esperpento
pero no es lo que dice
mi pecho.
Por él todo palpita
cuando lo veo,
no queda más que fugarnos
sin velos.
¿Se lo digo o me
espero?
Una nota de despedida
y se fueron.
23/02/2015