lunes, 11 de septiembre de 2017

Trece sonetos VII

VII

La verdad caminaba a su costado
refunfuñando toda su razón,
la que nunca se escucha el corazón,
creyendo ser el más perfecto estado

pero siempre hay algo más avanzado
que quita al más pintado su razón 
y es contrapunto con su sinrazón
para llegar al final tropezando,

salto de piedra en piedra desangrando
las heridas pintadas de locura
al caer en las redes de la luna.

Y al final del horizonte las puas
de las rosas del desierto te pinchan
mientras se ríen por no tener cura.

MASL