Cuando el cuándo
parece es ignorado
los temblores
enfilan los espasmos,
trayendo al temblor
albores sin amos
emulando áureos
el desagrado.
Anheló racimo hecho
zumo osado
quemando en la
garganta los ensalmos,
apilando inicios
faltos de ramos;
sostén tu mano en
sentir de tu agrado.
Sones de los gallos
en los tejados
kikiriando a la
luz, favor sin amos
y el día nace cual
no tuviera hados.
A regañadientes nos
elevamos
con las alas de los
vuelos cansados
planeando sobre
nuestros estamos.
28/05/2014