lunes, 4 de mayo de 2015

Mañana de primavera



La carretera, con las mismas curvas,
se abre camino por la primavera
de retamas amarillas y jarales blancos
entre los chaparros de las laderas.

En algunos trigales, aún verdes,
la amapola se hace dueña,
en la dehesa, entre las encinas,
campos de moradas florecillas. 

Buscando los recodos más cómodos,
sube y baja pequeños repechos,
con sus puentes cruza barrancos de regato,
quizás de arroyo alegremente nombrado río.

Las cigüeñas anidan en las copas de las encinas
y a su sombra las ovejas cansinas sestean.

Hoy, era por la mañana, el sol en su altura no molestaba,
dejé que mis sentidos fueran donde su intuición les llevará
y se recogieron en la memoria de tu mirada.



Miguel Ángel S. L. (Ángel Saguar)
02/05/2015