domingo, 23 de octubre de 2011

El mirador

Los brisas cálidas del verano
trasmutan en vientos frescos,
otoño melancólico
que se me esconde en la primavera
de tu sonrisa
que silencia la maldad que hace mal.
Las hayas de rojizas hojas
sutil encuentro en la tierra que duerme
esperando el versus
que la desperece y fulgure el abrazo
del amanecer de los deshielos
que esconda las umbrías
en solanas luminarias de vida
y desde tus brazos
miro en el verde de la Sierra la senda
que sube al mirador que nos espera.

23/10/2011

levitando

Levitando en ese espacio etéreo
donde se sublima la metáfora
se rompe con sordina el ánfora
que expande el sentir por el aéreo
y lo capta el cielo que se enflora,
es el decir sin remedio que aflora
y entre tus manos deja el papel,
blanco de desafueros, que canta
sincero el valor de lo que no vemos
más que con el corazón entero
y no leemos, sentimos lo que es bello.

23/10/2011

Osadía

Mis ojos ven de lejos la belleza
de tu cara que me muestra contenta
la risa que disipa la tormenta
y refleja sincera la nobleza

del carácter que no tapa maleza,
es la sencillez que nada aparenta:
Ni la altivez ni más de lo que ostenta.
Es la dicha que borra la tristeza

que quiere ser señora de la vida
con su gris tonada sin malvasía
en la que el Sol con sus luces adía

los principios que te me entregan ávida
en brazos del amar con demasía
que yo te doy con toda mi osadía.

22/10/2011

Ternura

La ternura con la que me dices
los regaños de mi carácter
y hasta cuando, a veces, me maldices
por mi terca irreflexión,
es tan delicado manjar
que no puedo dejar de asentir
tu razón como la cierta
y en ella sucumbir mis rabietas
de compulsivo que arremete sin sentido.
La disculpa poco vale
cuando el daño ha ofendido
con palabras mal dichas
que tú siempre olvidas
como sólo las ofensas se olvidan:
Cuando el amor resplandece
incluso cuando se oculta el Sol.

20/10/2011