miércoles, 2 de junio de 2010

Paseando con mis sueños...

Un día paseaba, yo paseaba un día,
iba dentro de mis sueños, con mis sueños iba,
por las blancas cumbres, por las cumbres blancas iba,
era el cielo azul, azul era el cielo ese día.

Paseando con mis sueños por el cielo blanco
se me topo un tropo que, trenzando por los vientos,
con el divino nacáreo enmarca en sus ojos,
en resplandor del universo, en mi alma quedo inscrito.

En mis sueños dormidos, vivía yo despierto,
y cuando era despierto a mis sueños la harmonía
de sutiles sucesos en ellos me dormía,
pinceladas coccíneas de pasado muerto
robando el sosiego con lo incierto allá en el puerto.
Aguarda paciente la dicha siempre entredicha,
la esperanza me lloraba sintiendo ser chicha.
Nimbos de algodón acariciaron todo intenso,
despertar de resortes que, mi sentir condenso
y lejano relegó, regresan con ardor.

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