lunes, 28 de junio de 2010

Señora del cantizal (Misia fermosa)

Señora del cantizal…

Son tan bellos esos tus ojos negros,
mas los miro y no llegan en belleza,
a tu fermoso decir, que me reza.

Tupida es la luz que trenza,
allá quieto entre los astros,
el luminar de los rastros,
que recorren tu cabeza
expresando la franqueza
palabras que dicen rectas,
sin permitir las infectas
dicencias nunca dilectas.
Clama el corazón ufano.


Con venir ondante traes alegros,
hechizando quedo, vientos monegros,
con armonías de almas encantadas
que vagan por las cumbres escarpadas.


Campeas las empinadas,
soslayas los dioses griegos,
recortando los reniegos
en las tablas amañadas
de las simas decantadas,
en esa esencia que lanza
cada día la esperanza
a los ojos que te miran
y que extraños te suspiran
en el bordar que les brindas.

Donde remozan las nubes del cielo,
que acarician las almas con desvelo,
trayendo los gemidos de lo eterno.

24/06/2010

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