domingo, 23 de agosto de 2015

Letras inéditas



Letras inéditas
de tantos poetas
no llamados grandes
por desconocer su sangre:

A sabiendas,
cortinas de ignorancia,
egos subidos
de los “genios” de un barrido,
expertos  en estiércol
por siglos profanaron la hermosura
mas no consiguieron más  hechura
que sus nombres
alimentaran los gusanos del olvido
en su frio cielo.

A ti te dejaron a medio camino
templando palabras
con la belleza
que no entiende de alteza,
riendo y llorando,
en calles de barro, lo mundano:
En el infierno sigue reinando
el espíritu de tu sapiencia
gobernando el mundo de las letras
el deje de tu conciencia.

¡Ay “poetas”…!
Tanto os ocupasteis de las tretas
sin mirar sus letras.
¡Ay aduladores!
Al fin se os vio el percal
de la iniquidad
¡Qué no hubo otro igual!
No digo mejor,
que sería pretensión de critico
perdedor por soberbia condición.

Miguel Ángel S. L. (Ángel Saguar)
23/08/2015

viernes, 7 de agosto de 2015

¡...si tú supieras…!

Si supieras lo que me cuesta
apartar los ojos
para no ver tu hermosura.

¡Ay mujer si tú supieras…!

Que por amarte
no quiero mirarte
ni quiero que me mires,
mereces un cielo que te mime
y no el infierno de mi arribes.

¡Ay mujer si tú supieras…!

Lo qué yo daría…
Por ser dueño del cielo
dónde la felicidad moviera tu seno
y regalarte el placer eterno
libre de los oscuros velos terrenos.

¡Ay mujer si tú supieras…!

Que porque te amo,
libre te quiero
por los ejidos del cielo.

Miguel Ángel S. L. (Ángel Saguar)
07/08/2015

domingo, 2 de agosto de 2015

Entre muros



El mundo encerrado tras los muros,
rincones de sensaciones
aventureras del mirar infinito
sin saber que fuera el universo giraba
en el sinfín del desconocimiento por conocer.

Fuera
la sombra de los pinos
rodeando la arcada de medio punto
y los vientos de la explanada
empujando al puente todas sus ganas.

Vuelta a empezar
el silencio desbravado por los niños
los aplausos sin sentido,
al final el grito por un proscrito
y la sangre haciendo vereda al suplicio.

Calle arriba buen sentido.
Calle abajo el arroyo vivo.
Ahora las esquivo,
por la lejanía del río las rodeo,
me siento y no pienso.

Recuerdo los geranios en las ventanas
y al fondo la gran parra.
A está mano el banco donde me sentaba.
A contramano se me aparece su figura
y a mi lado, la caricia de tu mano.

Y sin embargo
aquellos muros me hicieron tan libre
como la caricia de tu alma
cincelando la verdad del amor
en mi corazón.

Miguel Ángel S. L. (Ángel Saguar)
02/08/2015