Y cuando me hacen falta no están
porqué será que siempre me pasa
estar, en todo momento, estoy mas solo
me compongo las entrañas, para que más
caricias falsas que corran mi lomo
con las caricias soterradas de mis sueños,
ya yo me apaño las heridas del alma
y las del entrañas las quemo en las brasas
del infierno, que acompaña mi desasosiego,
que candente siempre está aún en otro
caminar que no es el mío es el de los demás
cuando a mi llegan todo son prebendas,
pero siempre me dejan entre las menguas,
quién me dice dónde encontraré la tranquilidad.
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