jueves, 17 de febrero de 2011

Soneto sutil para ti...

Fui condenado en la primera instancia
por esos ojos de miel fulgurantes,
que encadenan mis ojos divergentes,
con los que me atisba desde su estancia,

mirando con los brillos refulgentes,
roces del corazón en la distancia
del amar que me entrega con prestancia
la esencia de los vivir inherentes.

Sentados en el poyo de la entrada
esperamos el venir la ganancia
que sutil va ascendiendo por la grada

con los sonidos secos de bocina
que aparecen por la roca salada
que sale en las olas de la mar rancia.

16/02/2011

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