Réquiem por mor de una vida,
silenciando las voces humanas
reverberan los ecos ancianos de la tierra.
El espíritu elevándose sobre el caos,
sobre la destrucción y la muerte
disolviendo las sinfonías
en las glosas graves del bemol menor.
Sorteo en la oscuridad del destino
de las dichas y las desdichas
alimentando la tierra y a sus gusanos
con la fragilidad que caminó sus escarchas.
Doctas manos se encogen por la destrucción
recorriéndola delicadas en busca del blanco
cuando todo esta asolado y negro
tapa la luz de la mirada desterrada.
27/07/2014