Alegre se despierta la alondra
vestida del color del sol
alimentada de las palabras del viento
alcanzada por una flecha que la hace vivir.
Cantarinas las calles adoquinadas
mojadas de lágrimas de dicha impronunciada
escribiendo con adoquines
los pasos que dejan estelas por rastro.
El azahar perfumando las neuronas
saciando su sed con sus extractos
al trasluz de centellas oblicuas y candentes
goteando gota a gota la esencia.
Sentimientos embriagados de olvido
apuntalados de memorias tan ciertas
como los presentidos futuros sin olvido
por ser presente cada siempre.
Esquinas, estrelladas de libertad,
libres de quimeras embellecidas de realidad
la de tu sonrisa al otro lado de las señales
avanzando en un fulgor de brisa fresca.
Calles estrechas,
silenciosas orquestas
arropando anónimas las emociones
desplegando las condiciones sin condición
de las líneas borradas por pasos sin reloj.
Campos de cereal teñidos de pasión terrenal
coronando la vista de horizontes encontrados
desde la
ignorancia de haberlos mirado
con el desamparo de las cuencas ciegas.
Conspiraciones del corazón huyendo de la razón
sortilegios de visiones en la oscuridad de los rincones
donde se juntan las aguas de las torrenteras
con la silueta trenzada que me ribetea tu vera.
20/04/2014
