martes, 21 de abril de 2015

¿Dónde está la verdadera poesía?



¿Dónde está la verdadera poesía?

Sobre esta premisa cambiaba impresiones con alguien que escribe poesía. En algo coincidimos,  la poesía es sentimiento y no estética poética  únicamente.
Unos versos pueden tener un excelente estilo poético y a la vez, no expresar nada, no tener nada de poesía. Y entonces surge la pregunta: 

¿Dónde está la verdadera poesía?

Esta mañana me levante
soportando el dolor de cabeza
de la vigilia del insomnio
pensando los versos
que te hagan excelsa princesa.


Cuatro letras:

Aparecen por arriba,
mueren los pechos de arritmia.
Ordenando el desorden
recomponen mis emociones tus dones. 


Subterfugios
Esperanzas
Dolientes las danzas.


Necesitamos cinco, cuatro, tres
 o ene número de versos:

¿Para qué sea mejor o más hermosa?

Necesitamos puntos.
Medias comas, comas enteras.
Punto y coma.
Puntos suspensivos
acaso sorpresivos
atacando con su silencioso ritmo
la sinfonía de los abismos.

El punto final
ya dirá (cuando tenga que decir) Fin.



Dijo Bécquer en unos ojos.
Juan Ramón a Platero canto.
Machado dijo que en el pueblo.
Pepe Hierro, hablaba de Pepe Hierro.
José Agustín unas palabras a Julia.
Garcilaso espada y soneto esbelto.
Lope al cruce de todo lo suelto.
Quevedo a diestro y siniestro.
Góngora,  ¿quién entiende a Góngora?
Pero ellos y otros como ellos fueron (son)  genios.

¿Y qué nos queda a los demás por mirar?
Unos con rimar y medir encontraran su desliz.
Otros emularan y la vanidad les halagara.
A los demás nos queda un trozo de papel
y un lapicero sin piel y tantas palabras
como mañanas y noches soñando sin barras.
Escribir por escribir, quemar y guardar las cenizas,
en la tierra sembrada  de sueños que crecen,
invisibles al ojo humano, junto a la solitaria rosa
del  planeta perdido del principito más querido.


¿Dónde está la verdadera poesía?
Allí donde se pose la mirada
del corazón
palpitando de pasión…

¡Qué bonita poesía!

Allí donde la luz se hace más luz
y se tiñe de ocaso
al parir la noche con su raso.

¡Preciosa la estrofa!
Aplausos, a los medios se saludan.

Quizás sea allá y no allí.
Quizás sea…
Acaso se me aparezca.
Acaso…


Y podíamos seguir, pero acaso no es verdadera poesía: lo que a cada uno le sale del corazón y expresa como mejor le da a entender su saber.

Miguel Ángel S. L. (Ángel Saguar)
20/04/2015