Se agotan las palabras
que con pluma de oro
en excelsos pliegos
quise escribir.
Se quedaron
en lapiceros cortos y servilletas
entre los mundanales ruidos,
que en el silencio
no encontré más que silencio
en la nada preso.
Recorrí valles y montañas
camine por sucias calles,
parques encantados
y avenidas que me amaron,
la mar sano los desaires
mas las barras fueron las mesas
que embriagando mis sentidos
con sus pláticas me mostraron
el rumbo del camino donde volar
por las jácaras mi ansiedad.
Vislumbraron
sin ver tras la cortina de mi retina,
tape con verde mis vocablos,
escondí en el celeste mis desbarros
viviendo dentro de aquella charca
donde bebían las zancudas,
sólo tenia una piedra por silla
amanecía el sol bajo las encinas,
eran noches de estrellas bendecidas;
aún alguna vez en mis ojos brillan.
Pero se agotan mis palabras
ya no dicen lo que me clama
oculto en tupidas retamas
mi tiempo siento que se acaba
la piel mojada de lágrimas
mira hacia atrás buscando una calma
no aparecen más que torpezas,
cobardías de cada uno de mis días
ni un resquicio donde respirar
y sigan viviendo mis palabras.
05/04/2012
Bendigo tus palabras maravillosas, no se agotarán nunca!!! un abrazo y mil besos...POETA..
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