A la luz de las luces de las avenidas
quise escribirte un villancico
con letras enternecidas de felicidad, y
una lágrima mi carrillo quemó
al sentir el frío desnudo
de las esquinas de este mundo
acuchillando a un niño…
13/12/2013
Y un niño cabezón al mundo quiso redimir y nunca se dio por vencido.
ResponderEliminarPoco importó Si los cuerdos le llamaron loco.
Una sonrisa hacia saltar entre sus hoyuelos sonrosados..
Y un trocito de cielo guardaba entre sus dedos.
Felicidad en la cara de la luna que siempre brillaba tras el cristal.
Un besete.