domingo, 11 de marzo de 2012

Crónicas de Madrid

Me acoge la tristeza
de tus lágrimas
en brazos de tu soledad
que caminaba acompañada
de las luces de la avenida
por donde solitario
iba mi pensamiento inventando
palabras en que soñar,
velando el grueso del malestar
de no saber donde estar.

Y lo oscuro de la ciudad
tímido entre la luminosidad,
silencioso entre los ruidos,
es el lugar donde decir a gritos,
es el lugar… donde ya nada
hay que buscar,
es el silencio de la voces
donde retumban los redobles
de los corazones
sin riberas ni fronteras.

Curiosa es la diosa
que hace de los callejones
inmensos horizontes
en donde corren libres los caballos
de la libertad sin antorchas,
sin manifiestos de grandes expertos,
donde las esquinas
se hacen enciclopedias del saber
y los ojos, no buscan en el Sol la verdad,
se recrean en las marcas de los adoquines.

Dime tú si no es cierto
el desconcierto
que nos acoge los sentimientos
en la cárcel de la independencia,
relamiendo los vientos las piedras
confirman en chaflanes
los filos de los cruces de las vías
y el tren sigue soplando sin humo
bajo los pies va llevándose los instantes
y el cartel allí está… siempre constante.

11/03/2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario