Al fondo del horizonte, mis sueños
afloran en la desbordada ría
en la que se acomoda la estadía
de los elementos que son los dueños
en los que reflejar nuestros empeños:
Azul marino rielando aguas dulces
crespadas del blanco que traza bucles,
grises del cantizal de cumbre verde.
Soportes que guardan de lo que muerde
al tronar el cielo sus arcabuces.
La luz de sol hace del día flor
bajo las nubes que vuela el avión
que planea en el rumbo del silencio.
15/03/2011
Genial demostración en verso de que el silencio habla mejor que cualquier orador, rugido o comunicación. Fantástico, Ángel. Te felicito.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias Quino por pasar y dejar tus siempre hermosos comentarios engalanando mis palabrejas.
ResponderEliminarUn abrazo
Con Dios Quino