domingo, 13 de febrero de 2011

Manos afanadas

Los cardos crecen en los campos,
en los almendros la blanca flor va saliendo,
la primavera se presagia en el perfume
que sube de los campos al urbano entramado
de calles hiladas con el cordel destensado,
rúas retorcidas, estrechas y maltrechas
de sombra fría en los veranos cálidos
de sombra helada en los bajo cero del invierno.

Calles prendidas en el centro de la nada,
al final de la llanura, en la vaguada que resguarda,
atravesada por el agua que mana pausada
y corre por el arroyo que centra la población
acariciado por la arbolada impuesta por la natura
dominada por las manos, de los jardineros,
afanadas en el colorear la vista con los colores
de las pasiones humanas que el amor aclaman.

13/02/2011

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