Suenan los soniquetes estridentes,
que recogen en la pequeñez la mente,
tan persistente como la palidez de las rasantes,
las contingencias resistentes -angustias-
retahíla de reclamos de los habitáculos negros
que ciegan las toberas luminosas
castigando con el oprobio del oscurantismo
los sentimientos y los pensamientos.
Lasitud de los músculos, de las vísceras...
Cansancio infinito de la vida
¿es posible que exista el infinito?
Perdido el norte de la existencia
desgana de la rosa de los vientos
no encuentro el camino entre la maraña
los soniquetes tapan los cantos
la tupida oscuridad se eleva
y el silencio frío abandona la soledad...
26/01/2011
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