viernes, 14 de enero de 2011

Sangre amarga...

Es la nada la que nos llama desde la lejanía
dejando sus gritos en el silencio del mediodía,
que en la noche sucumben y se traen la melodía
de las canciones de la voz desgarrada que se oía,
desazón de los días en que el corazón me dolía
por no encontrar la senda del río cuando me llovía
el alma desabrida que en carne viva deshacía
cada palpito de sangre amarga que el cuerpo corría.

14/01/2011

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