lunes, 27 de diciembre de 2010

Ausencia

Sesgados los pasos por el pasillo
van avanzando hasta la puerta
suena la campana de la iglesia
rebrinca el corazón sorprendido
te detienes y miras por la ventana
y no ves más que la soledad de la calle
entre los grises de la niebla
que envuelve la helada que llega,
como cada anochecer llega la helada
clavando sus cuchillos de frío en las entrañas.

Buscas en la calle la ausencia
y no asoma más que un perro callejero
de andares desgarbados y temerosos
con la mirada a sus espaldas
y el rabo entre las patas
que se acerca humeando vaho
de su boca entre abierta
pasa y la calle deja desierta
ni un alma que pueda darte cuenta
de si vieron a tu ausencia.

27/12/2010

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