martes, 26 de octubre de 2010

La aspiradora

El aspirador paso rozando la coronilla
allá iba ella en bermudas,
socarrona carcajada retumbo la villa
y el aspirador no se detenía...
Era la bruja de la esquina
de negro siempre vestida,
minúscula falda alardeando sus piernas,
hermosas piernas que el mirar atraían...

El aspirador en el pelo se anclo
y no dejo ni rastro de sensatez,
aspirando el cerebro embelesado
que se perdió, siguiendo las piernas,
entre los pliegues de la falda
de la hermosa hada
de los ojos de gata enamorada
que se torno bruja malvada...

Lloraban los duendes en los macizos
de flores, al paso negro de la comitiva
tras el coche fúnebre,
gritaban silenciosas las lagrimas,
los fantasmas respetuosos se guardaban
y en la esquina la bruja del aspirador sonreía
escuchando a un vecino que, del difunto, decía:
"Se salto los sesos y la cristalera mancho..."

21/10/2010

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