sábado, 27 de marzo de 2010

Licuan las almas

Báñate en el sol del noreste de mi mirar
y siente la caricia de la espuma de mi alma
que, en las olas de mi mar, aguarda tus caricias,
al son siseante del canto de caracolas,

en la umbría de los cantizales que cobijan
los sentires, que mueven los cabos lujuriosos,
que acompañan al pensarnos en la desnudez
de las pieles que, sólo vestidas por el alma,

nos llevan de la mano intangible del deseo,
que recorre los tersos pliegos del cavilar,
astral de los espejos reflectantes, del alma
que arropada en tus esencias exuda el amar.


Y rompen los embates en el acantilado,
Y se ayuntan los cuerpos, y se licuan las almas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario