Cada día me alejo más de ella,
cada día ella se arrima más a mí
recordándome las lapas de Colunga
pegadas a las rocas de la isla,
tercas e inamovibles
parecían ser eternas postulas sobrenaturales.
Cada día huyo de la miseria humana y
cada día me persigue
con sus aires endiosados
dejando a cada paso una nueva forma de maldad
una nueva forma de su odio
a la humanidad…
15/06/2013
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