El peso de la muerte
soporta el vacío de la vida
vacua sensación que se arrima
recortando los resguardos
en los que seguir mirando el amanecer
vacía esta la despensa de las entrañas
frías superficies inanes que toleran como pueden
el cuerpo que más está muerto que vivo.
Ya la mirada busca la lejanía no medida
en la que no sentir los dolores
de las penitencias auto impuestas,
El barco ya esta armado,
las velas luchan al viento nervioso,
horas, días,
quizás semanas o meses,
acaso sean años de ya no tener diáfano.
Y no lloran mis carnes
más que el sentir el dolor que queda
cuantos reproches que no escuchare.
Tantos grises hacen el horizonte,
ya no hay rojos,
los azules indefinidos contaminados,
el verde se confunde con el negro
todo ha de ser blanco e incoloro…
05/08/2011
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