Cuando no aparece,
buscas,
en la bolsa rebuscas
y encuentras lo que no
supiste perdido.
Se me apareció un
verso,
que pensé hace no se
sabe cuánto tiempo,
sobre un jumento
subiendo ligero al
jardín del puerto.
— Castellano y recio
de tranco esbelto
bufaba en los repechos,
cogía aire y llegaba—
Mito de mi Olimpo,
de aquel tiempo que me
hizo advenedizo
y me encerró en los
muros de mi espíritu
para evitar lo espurio
de este mundo.
— Escalera
de macizos,
escalones
de colores
y el
aroma de la tierra
que aún
queda—
Una boina espera
una carrera cruzando
de acera
el orgullo por visera
que pronto se fue
aquella esfera.
Miguel Ángel S. L. (Ángel Saguar)
02/04/2015
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