La condena se expira con premura
mis ojos tristes miran la luz profunda
donde me trasladan sus manos con ternura
y mis labios gritan: “Dejarme en la locura”.
Paseando por mi cuerpo las sensaciones puras,
frenesí que liberan los aromas de las alturas
y a mi mente la ocupan los sabores de tus texturas,
esas que me transportaron por los abismos de las bajuras
donde están los pertinaces sinsabores que la vida depura
con el abrazo que nos lleva a alcanzar el placer sin estructura.
06/02/2011
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