Están las almas solitarias y vagabundas
esperando la llegada de los vientos fieros
que les hagan saltar los muros de los enteros
sentimientos escondidos entre los confundas
que recubren con indiferencia los plateros
de los espejos que retratan gestos ignotos
con los que se nos van escondiendo los rebojos
haciendo salir los rebrotes de los linderos
por los que discurren aguas limpias de maldad
que llevan las ilusiones hasta los amores
dispersos por el fin de cuásares de beldad
donde cantan los trinos de silentes temblores
que nos llegan con el rebosarnos de los pálpitos
cuando nos cubren las nubes de los estertores.
10/02/2011
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