En el sueño se aparecen tus pechos
henchidos palpitando los gemidos
que tus labios dicen enloquecidos,
erectas sus cumbres claman los hechos
que traen esta glosa de tus nidos.
Allí es donde con ternura destapas
esa lujuria en la que tu te tapas
en lo hondo de los abrazos que unidos
nos hacen volar sin sentido al gozo
del delirio de los sesos perdidos
hasta los estremecer de la danza
en que mecemos las caderas idos
entre los besos mordidos que gritan
los poros de cuerpos enfebrecidos.
12/01/2011
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